viernes, 7 de diciembre de 2012

El telegrama...Relato corto.-

Si bien yo lo había estado pensando desde hace tiempo, sucedió de golpe, porque la vida te habla a veces de improviso.
Es que terminar con las rutinas y los quehaceres cotidianos, suele ser traumático, por más que la inteligencia y la razón te digan que esa es la respuesta correcta...
Porque, ser conscientes, vivir la vida sin aferrarse, sin apegos, ser libre y autónomo es para muchos muy difícil y poca gente puede vivir su libertad...
Y en vez de vivir, pasa por la vida y sufre.
Hay que saber separar lo cierto, de aquello que inventamos y hacemos real en nuestros pensamientos,
lo que no solo es difícil y es lo que muchas veces, casi siempre, nos arruina la vida.
Yo a esta incapacidad  la considero, orgullo, omnipotencia, defectos del hombre que cree saber...ignorancia.
Como te decía, la vida te habla. te da señales, siempre a cada instante,  solo es necesario estar "despierto"  para comprender...
Y fue así que la vida habló, la semana pasada, rápida, sin miedo, contundente... como ella solo sabe hablar.
El timbre sonó y el mensajero de la vida, es decir el cartero, nuestro cartero, me alcanzó "el telegrama" junto con toda la correspondencia de ese día, que por suerte no era mucha ya que se trataba de cuentas para pagar.
Como hacía tiempo que no lo veía y yo sabía que Claudio, había tomado una licencia por enfermedad, le consulté sobre su salud:
                                                               "¿Cómo estás? se que te operaste de la columna, ¿ya estás mejor?..."
Claudio , un hombre de unos cuarenta y cuatro años, muy educado y familiar en su trato, se quedó callado por unos segundos, sin responder, mirándome a los ojos.
Cuando de repente,  me preguntó:
                                                      "¿Usted no se enteró de lo de mi nena?, ¿de lo de mi hija, menor?"
Yo abrí los ojos y lo escuché en silencio, pues Claudio, sereno, triste pero entero, continuó contándome:
                      "¿usted no supo que mi nena menor murió en un accidente de transito? "y agregó inmediatamente: " estoy en una ONG, vamos a organizar una marcha, somos unos cuantos que han sufrido lo mismo que yo, una maratón, estamos en facebook, en twitter, todo para que esto no le vuelva a ocurrir a nadie... " y con lágrimas en los ojos dijo: " tenía solo 9 añitos".
Luego de hacer un silencio profundo como para tomar fuerzas dijo:
                                                                                                             "Y mi mujer, Patricia,  ella si que no lo pudo soportar... se enfermó de leucemia y a los cuatro meses también murió, ahora estamos solos, mi otra nena y yo..."
Yo estaba "helada", más que eso, escuchaba sin entender, sin poder brindar nada más que mi silencio,
entonces Claudio que seguía hablándome, sacó de su mochila unos papeles, unos folletitos donde  anunciaban la organización de la maratón y el nombre de la ONG junto con una foto de la hijita y su mami.
"Sabe sería muy importante que ustedes lo difundieran, así cuanto más gente se entere, cuanto más llegue a la sociedad mejor será , será una ayuda para que esto no vuelva a sucederle a nadie más, a nadie, porque no debe volver a suceder, no debe volver a ocurrir".
Tomé los papeles, le dije que los llevaría a las escuelas donde trabajo, que le daría publicidad, que sentía mucho lo ocurrido, y que quería estar junto a el en este momento tan difícil.
Claudio me agradeció, y automáticamente subió a su bicicleta y continuó su camino, ese camino que desde hace años realiza repartiendo cartas, alegrías, saludos, malas noticias, impuestos, si eso, siempre repartiendo impuestos que la vida nos envía, así, a diario...
Cerré la puerta y aún conmovida por lo que me había contado Claudio, examiné la correspondencia que me entregó, varias cuentas, la luz de Mar del Plata, el gas de Buenos Aires  y "el telegrama", ese telegrama que indicaba el fin de una época, de un tiempo muy importante de mi vida, que ahora se terminaba.
El telegrama decía: "Habiendo no contestado a usted al telegrama Nº   de fecha...      , le informamos que desde el 19 de dic. próximo queda usted fuera de nuestra relación laboral, atte....."
No se, tal vez, Claudio fuera puesto por la vida,  en ese momento como "amortiguador" para recibir la noticia, pues ahora, me era más fácil luego de escuchar sus desgracias, distinguir entre un grave problema que no tiene solución y aquello que no es un problema.
Lo cierto es que dejé "el telegrama" sobre la mesa del comedor y aún un poco "sockeada por la idea de jubilarme", comencé a pensar como serían los trámites y los pasos a seguir.
Por supuesto que estaba confundida y me costaba entender algunas actitudes.
Pero, tambien estaba cierta de que desde ese encuentro con el cartero, puede vislumbrar  el secreto,  la respuesta a encontrar para no equivocarme.
Entonces, supe que comenzaba en mi vida,  otro momento diferente y vi que por suerte estaba allí, en mi casa, sin problemas graves ni imposibles de solucionar, puesto que ya estaba pensando como me organizaría para continuar mi vida futura...

Fin.-

Bs.As.07-12-12Alu C.G.Maveroff P.Peyrán.-

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