Un niño llora desconsoladamente
es la siesta.
A lo mejor no entiende que eso que quiere
no existe. nadie le ha contado,
que sus deseos son los que le hacen sentirse
desgraciado.
Es la siesta, ya no se escucha el llanto,hay silencio,
el niño se ha dormido,
tal como ocurre siempre luego del triste llanto.
Quizas por desazón o por cansancio,
en algún momento llega la clama.
26-09-15Ali, Treviso.