No se tiene un manual y no hay ayuda externa, es un trabajo propio individual, porque la vida no trae instrucciones, es incierta. Por eso hay que tener muy claro que hacemos lo que podemos y a veces llegamos hasta donde entendemos.
Siempre se necesita tiempo para seguir, se necesitan fuerzas para aceptar, porque es difícil pero no descubrir.
Aún hoy donde no hay tiempo pues nunca lo hay hoy vivimos corriendo tras las cosas.
La actual es una época de corridas, donde no se contempla se vive tras cosas y somos tan “pobres” que vamos tras ellas y al obtenerlas las atesoramos. Primero las deseamos, luego las guardamos porque las consideramos tan valiosas... se ha dado que muchos han guardado cosas para mañana y aunque parezca cruel, mañana ya no estaban en este mundo.
Este tiempo es también de confusión, es un momento extraño donde brilla la ignorancia la gente piensa que sabe y enjuicia “sin ton ni son”. Y ¡que fáciles y vacíos son los juicios!, ¡Qué inútiles¡,¡Qué dañinos!.
Son una verdadera pérdida de tiempo.Además son nada más que “malos pensamientos”, “malos”porque porque no sirven, no ayudan, son una pantalla que ocultan lo verdadero.
Es así que no nos permitimos aprender, conocernos y perdemos la oportunidad de dialogar.
Pero pese a todo algo podemos intentar tratar de “darnos cuenta”.
Si lo hacemos podremos descubrir la intensidad de aquello y de quienes que nos rodean, descubriremos asi las razones de cada día de cada instante.Ale, Buenos Aires,05-06-19