Los pájaros me muestran las profundidades
que escondemos,
ellos son tan opuestos a las gentes,
porque son diferentes.
Son libres, bellos, ajenos, no permanecen
mucho tiempo con los pies en la tierra
y no copian nada de los hombres.
Por eso los miro con curiosidad cuando vuelan,
los miro y los admiro.
Me alegran porque compiten con el viento
y se cobijan en las hojas de los arboles,
grandes o pequeños, allí hacen sus nidos.
Me maravillan porque me hacen saber de otros
mundos mientras cantan.
Se que pueden volar recorre en grupo el cielo
esquivando las nubes sin alejarse de ellas.
¿Acaso puede alguien imaginarlos lejos del celeste cielo
y de las nubes blancas?
Ale, 29-05-22 Buenos Aires