Al menos el silencio nos abriga, en estos días tristes que vivimo
Mientras, reina lo incierto y se escurre el tiempo entre las manos,
como si fuese arena.
Menos mal que el sol sigue brillando y mi gato me enseña al mediodía
a aprovecharlo todo, robándole el brillo de sus rayos, para así fortalecer
la vida.
Gracia a Dios, que el verde sigue estando atrás en el jardín, que aunque
pequeño me da fuerzas al tiempo que lo miro y me consuela.
Alguna flor valiente, hoy me enseña a no rendirme frente a la adversidad
mostrándome que aunque los tiempos sean inciertos si me permito ser
seguramente nada podrá quitarme la energía.
Las hojas de los árboles cayendo en este otoño suave y calmo, me dicen
luego desde el suelo que no habrán caído en vanos si puedo descubrir
al verlas, que junto a lo malo siempre está lo bueno.
¿Cómo no recordar entonces que el árbol debe desnudarse en el otoño?
¿Cómo no imaginarlo sin sus hojas en el frío invierno?,¿Cómo no continuar
igual andando?, Seguros, firmes paso a paso caminando, en la confianza de
saber que pese a todo volverá a brotar en primavera.
Ale, 29-05-21 Buenos Aires.