sábado, 3 de octubre de 2015

Retrato.

Retrato.
Era un hombre pacifico trataba de llevar una vida silenciosa porque creía que ninguna palabra podía describir la realidad completamente.Insistía en que cada palabra de mas era casi una perdida de tiempo y claro que si perdemos el tiempo nunca lo recuperaremos, así que siempre trataba de perder la menor cantidad posible. Quienes lo conocían no llegaban a entenderlo del todo, porque era callado y extremadamente inteligente, curioso, un observador avanzado para su tiempo. No juzgaba a las otras personas, pues respetaba las diferencias individuales, para la época tan pacata, era alguien muy especial.
Todas estas cualidades lo hacían un hombre extraño, como si perteneciera o habitara otra dimensión mientras que al mismo tiempo tenia los pies en la tierra. Sus entretenimientos eran sencillos: la náutica, las matemáticas, prefería usar la antigua regla de calculo a la calculadora, decía que el usar la regla le resultaba mas accesible. Jugaba con la brújula y las cartas náuticas. Inventaba miles de viajes en el Río de la Plata, se conocía de memoria el canal Mitre y olía al Pampero una semana antes de que llegara a Buenos Aires. La sudestada en cambio, le resultaba un poco compleja porque la crecida del río  siempre perjudicaba a muchos y el era un hombre respetuoso de los  demás, sensible ante las calamidades ajenas.
También le gustaba mucho la fotografía, su Leica era casi un trofeo puesto que la había comprado en Berlín,
Con ella retrataba imágenes que hacían perdurar en el tiempo a las personas que amaba y a algunos hechos singulares. Como aquella vez que volcó ese camión que llevaba botellas de whisky y los vecinos hicieron su cosecha pues el gerente de la empresa de camiones les dejo tomar dos botellas por persona porque las cubría el seguro. El no se llevo las botellas, saco muchas fotografías desde todos los ángulos posibles y luego en su casa en silencio se puso a analizar cómo había sucedido el accidente.
Otra vez su amigo Werner un cura alemán, lo acompaño a navegar y  se tuvieron que tirar al agua porque encallaron, el no le dijo nada a Werner porque era así de prudente, pero desde ese día supo que Werner no sabia leer una carta de navegación, nunca mas le presto el timón siempre le pidió ayuda con las velas.Cuando visitaba a su suegra parecía un sabio distraído, si bien era sociable y familiar, al tiempo de estar en la reunión se retiraba a un saloncito contiguo a leer el diario "La Nación" todos conocían su modo de ser y lo respetaban.
Una vez su amigo Kistiansen tuvo un ataque fue el único que pudo ayudar a calmarlo, resulta que Kristiansen había enloquecido momentáneamente (luego se recuperó) pero esa noche estaba muy alterado y no hacía más que salir de su departamento en calzoncillos con la Biblia en la mano y recitar los versículos en dinamarqués, para los vecinos del elegante barrio Norte de Buenos Aires esto era una atrocidad así que llamaron a la policía. Por suerte el, llego al departamento junto con el comisario entonces le propuso que trataría  de calmar a Kirstiansen si se lo permitían. El comisario acepto (se ve que no sabia como solucionar el problema) increíblemente el solo con un argumento lo calmo. ¿Como hizo,? muy fácil le consultó a Kristiansen cual había sido la respuesta de Einstein cuando era alumno y  lo escucho en la facultad de Buenos Aires. Lentamente desviando la conversación hacia la Física, lo calmo  y lo condujo hasta la casa de su hermana médica quien le dio los primeros calmantes.
Parecía un hombre de otro planeta, nunca se dejo tentar por los políticos amigos, recuerdo ( yo era una niña) que  cuando pusieron los primeros semáforos en la avenida Santa Fe de la ciudad de Buenos Aires, renunció cuando supo que en la coima estaban todos prendidos hasta el intendente, entonces dejo su cargo y se quedo sin trabajo. Siempre contaba que lo que le importaba era apoyar la cabeza en la almohada y poder dormir tranquilo.
Era un hombre  calmo, raro para este mundo donde lo material parecería ser lo mas importante, pero a mi me enseño tanto y lo hizo casi sin hablar, sin imponerse por la fuerza, haciéndome siempre una pregunta ¿Te parece?
Así lo recuerdo así enseñándome a ser una persona libre, alegre y  a pensar por mi misma, así  lo recuerdo porque así de libre y honesto era mi padre.
Alicia, Treviso,03-10-15

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