martes, 15 de octubre de 2013

Cuando no distinguía...

Fue entonces cuando más necesité que apareciste,
eran los tiempos en que volvía del duelo,
era como mirar al mar desde la costa,
cuando aun no distinguía bien por los claroscuros...
Fue cuando sin que vos supieras me ayudaste
a ver lo bueno de la vida, a saber
que era  tiempo de seguir...
Me acompañaste así con tus silencios
que le hablaban a mi alma
cuando no esperaba escuchar voces nuevas
Reímos, caminamos, volví a a cantar, jugué de nuevo,
acepté los desafíos, fui muy feliz
y me ayudaste a  descubrir que estoy con vida.
Luego llegaron otros tiempos
y en todos fue bueno descubrir que todo sigue
que cada cosa se da en su momento justo,
que no hay que quedarse en el lamento
y que aunque parezca que no se camina,
siempre estamos en  marcha...
Gracias! porque aprendí de tus silencios
que aún me hablan y me guían,
que siempre estamos a tiempo porque hay vida...


Bs. As. 15-10-13
Alu C.G.Maveroff P.Peyrán 

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