¿Para qué?

Hoy  frente a ese inmenso río
sin entender lo que me ocurre,

me pregunté:

¿Para qué he dado tanto?...

Y vi un pájaro intentando el vuelo

frente al viento que del sudeste soplaba,
llegando desde el río hasta la costa,

a toda fuerza...

Entonces:
como ese pájaro, me vi planeando una y mil veces,
usando mis alas  acomodándome en el cielo,

para vencer al viento  que frenaba mis intentos

de atravesar las nubes.

Desde entonces ya no espero más respuestas,
ni recompensas por lo dado, sino que aprendí,
que si lo intento con  la ayuda de otros vientos
y con mi esfuerzo, puedo...

Bs.As.30-11-12Alu C.G.Maveroff P.Peyrán.-