sábado, 16 de noviembre de 2013

En los charcos de la villa crecen flores amarillas...

En los charcos de la villa crecen flores amarillas pero nadie las plantó.
Los autos pasan ligero, por la autopista veloces
no saben que yo te quiero porque nada ellos conocen
ya que nunca se detienen, solo pasan y se van.

El sol pronto se refleja en el agua cristalina de ese charco de la esquina,
que brilla de color plata cuando los rayos lo besan
temprano o al mediodía mientras las flores se muestran coloreadas y elegantes y hasta un poco desafiantes...desentonado tal vez.  
Quizás ellas solo sean el único adorno bello que tenga en ese barrio pobre
al que nadie lo protege y ninguno lo embellece.

Mas estas flores tan pillas, bellas, todas amarillas merecen ser mencionadas
porque desafiando al barro en el agua de la lluvia dieron color al lugar.
Cuando llegó primavera un día sin más razón, nacieron flores pequeñas
de colores amarillos que iluminan este sitio donde faltan muchas cosas
pero hoy no falta el adorno que ellas ponen tan sencillas, solo por estar allí.

Cuando yo paso y las veo me recuerdan tu belleza me alejan de mi tristeza
y alegran mi triste día, al verlas así sencillas pues se parecen a ti
Y me quedo tan contento de pensarte con las flores,
sabiendo que como ellas, tu alegras mi jornada, pues recuerdo tu mirada
y  te tengo en mi cabeza desde que te conocí.


Bs.As.16-11-13 Alu C.G.Maveroff P.Peyrán.-

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