domingo, 21 de abril de 2013

2-"Los caminos del agua"," La realidad, El miedo, Y la metira".Capítulo II.-

Capitulo II.-

Luego del agua,siempre llega el sol, porque como dice la canción :
"aunque no lo veamos el sol siempre esta".

En la villa también tenían sol, lo que no había era agua, con la lluvia, se había roto el caño que  traía agua hasta la esquina y recién lo iban a poder arreglar mañana, claro que por suerte hoy había sol.
Pues ahora no llovía como hace dos semanas cuando todo se inundó.
Por eso la bailanta volvió en música de cumbia, que sonaba a todo volumen, como si esa música vulgar, tratara de ocultar la espantosa realidad y la mugre donde se vivía en forma infrahumana.
Pero al menos la lluvia había desaparecido y brillaba el sol, no llovía como cuando cayó el diluvio.
Entonces si que tuvieron agua, tanta que se llevó todo, lo poco que tenian par vivir.
Fue entonces cuando María solo atinó a salvar a sus chicos, por suerte pudieron salir antes que la correntada subiera como para taparlos...
Y ¿a dónde fueron para protegerse?, a la iglesia no, pues la capilla estaba llena de agua igual que el salón donde hacían politica y  María habia aprendido a leer, porque era para esas horas, una pileta.
Es que en  donde María  vivia antes, en el campo cerca de la frontera con Paraguay , cerca del rio, no había escuela, y cuando alguien estudiaba iba lejos y seguro  no era una mujer, eso de estudiar la primaria era "cosa de hombres".
Maria logró subir a la autopista, alli se ubicó con los gurises (chicos) mientras se mojaban , pero con el agua de lluvia, así estuvieron hasta que llegó a rescatarlos la defensa civil, que por suerte no tardó mucho.
Claro que estaba empapada, pero era agua de lluvia, esa que "no dolia, no tanto como  lo hacian sus lágrimas, esas que le empaparon el alma..."
En la escuela los protegieron, al principio, les dieron "tereré"(mate frio), hasta  que pudieron hacer  "mate cocido" (mate caliente que se hace en ollas para muchas personas), cuando más tarde llegaron las meriendas y las garrafas de gas.
Claro que no había mucho lugar libre. En cada aula había mas o menos veinticinco personas.Eran muchas, pero como eran todos vecinos, se ayudaron y compartieron, tal vez porque sabian, que el dolor se hace más pequeño cuando se comparte.
Luegode cuatros días, se fue el agua, entonces llegó la realidad.
No le resultó dificil a María recomenzar, su vida siempre habia sido eso, siempre" volver a empezar", como cuando se vino a la gran ciudad, como cuando creció de golpe, como cuando perdió su inocencia y comprendió que era todo dificil para ella , aunque para algunos otros no lo era tanto.
Pero luego, quizas para poder sobrevivir, pensó que esa era la realidad propia  y que no debía  sufrir más de lo que le tocaba en la vida, soñando con más, soñando con vivir  otra realidad que no le pertenecía...
Cuando salió el sol y la lluvia se secó, rearmó su casilla colocó de nuevo los nuevos colchones sobre los catres que le dieron los que repartian la ayuda, que llegaba de parte de otros ciudadanos del pais, los gobernantes poco hicieron, como siempre, pues  solo daban algo antes de las elecciones y ahora no era el tiempo.
Apiló las latas de conservas, la leche en polvo, la yerba para el mate y comprendió que la vida seguía por suerte para ella y sus chicos, otros vecinos no estaban más, el agua no les había dado tiempo.
Pensó en ellos, con tristeza, pero no pudo pensar mucho, no tenía tiempo, debia salir para su trabajo, para  lo de su patrona que la esperaba a las diez de la mañana exepcionalmente ese día,  luego de la inundación para que limpiara la casa como siempre.
Por esta vez la señora no haría caso al horario y es más le habían juntado ropa para los chicos y para ella.
Cuando la vió llegar, la esperó y le dijo que luego por la tarde se quedara, hasta que ella regresara, que al volver del consultorio, la llevaría hasta la villa pues con las bolsas de ropa seguro María, hoy no podría viajar en el colectivo...

Bs.As. 20-04-13Alu C.G.Maveroff P.Peyrán.-

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