He tenido en mi vida mucha suerte
ahora lo veo, he sido afortunada.
Tuve la suerte de conocer el mar
verlo llegar a la playa cuyas arena rubias y finas
lo esperaban y lo recibían sin reproches,
he visto no muy lejos de la playa
una ciudad que en los veranos enloquece
se llena de turistas y estoicamente
soporta ruidos y miles de gentes
que pasean distraídas casi perdidas,
disfrutando de ese tiempo de recreo,
también he visto las sierras que rodean la ciudad,
y terminan en el mar robándole el sitio a las playas,
he podido oír el canto de los pájaros
y ver los colores brillantes de las flores
que cual si fuese una abeja me han atrapado,
También he visto grandes y largos rios
el Paraná, el Uruguay, el Rio de la Plata,
el delta con su islas , una Venecia salvaje
llena de verde, arboles, pájaros, agua y vida.
No puedo quejarme he recorrido desde niña
la Pampa y he visto allí que una linea recta infinita
une el cielo con la tierra y ese es su horizonte.
Navegue por el rio de la Plata,
un rio marrón que parece un mar,
y visite el Aconcagua en los Andes,
cuando estuve allí en esa inmensa cordillera
cerca de los cóndores,
podríamos decir que estuve en el cielo.
En todos estos sitios he sido feliz,
por eso no puedo mas que estar agradecida
de haber podido caminar por estos y otros sitios.
Porque estuve en ellos en el momento justo,
sin proponérmelo estuve siempre donde debía,
cuando era el tiempo,
Y lo que hace mas importante a esos lugares es que
estuve en ellos con la compañía adecuada.
Por eso es que se que he sido y soy afortunada.