"La puerta".-
La vida es algo muy interesante para perderla, perder el tiempo y perder todo lo que ella brinda es una pena, porque es un misterio que se descubre paso a paso ni antes ni después a su tiempo. Vale la pena vivir cada instante intensamente.
Si dejamos que el tiempo se nos pierda como el agua entre las manos, estaremos errando, equivocándonos y algún día nos cuestionaremos el porque.
Cada uno tenemos la libertad de abrir la puerta para poder ver, descubriremos también que cada persona es un misterio.
Hacemos las cosas como podemos, cuando creemos que es el momento.
Algunas personas esperan de los otros que se les asemejen que piensen o vean como ellos, pero no es así.
Los otros no piensan ni ven las cosas con nuestros ojos, tienen sus intereses, otras ideas,esto es así simplemente porque somos distintos, solo nos parecemos en que somos humanos y esto alcanza.
Saber que estamos junto a otro ser humano, ¡qué magnífico descubrimiento!
Hacemos de este modo la opción más sensata que podíamos hacer, ver al otro en lo que se nos asemeja.
Es en este momento cuando abrimos la puerta.
Cuando podemos comenzar el diálogo, cuando descubrimos el misterio, cuando nos permitimos ser flexibles.
Seguramente cuando hacemos esto sin vanas especulaciones, sin esperar nada a cambio, podemos estar tranquilos ya que es en ese momento cuando comenzamos a ser felices.
Ale, 03-09-16 Treviso, It..
La vida es algo muy interesante para perderla, perder el tiempo y perder todo lo que ella brinda es una pena, porque es un misterio que se descubre paso a paso ni antes ni después a su tiempo. Vale la pena vivir cada instante intensamente.
Si dejamos que el tiempo se nos pierda como el agua entre las manos, estaremos errando, equivocándonos y algún día nos cuestionaremos el porque.
Cada uno tenemos la libertad de abrir la puerta para poder ver, descubriremos también que cada persona es un misterio.
Hacemos las cosas como podemos, cuando creemos que es el momento.
Algunas personas esperan de los otros que se les asemejen que piensen o vean como ellos, pero no es así.
Los otros no piensan ni ven las cosas con nuestros ojos, tienen sus intereses, otras ideas,esto es así simplemente porque somos distintos, solo nos parecemos en que somos humanos y esto alcanza.
Saber que estamos junto a otro ser humano, ¡qué magnífico descubrimiento!
Hacemos de este modo la opción más sensata que podíamos hacer, ver al otro en lo que se nos asemeja.
Es en este momento cuando abrimos la puerta.
Cuando podemos comenzar el diálogo, cuando descubrimos el misterio, cuando nos permitimos ser flexibles.
Seguramente cuando hacemos esto sin vanas especulaciones, sin esperar nada a cambio, podemos estar tranquilos ya que es en ese momento cuando comenzamos a ser felices.
Ale, 03-09-16 Treviso, It..