Anduve por la costa caminando la playa,
También vi grandes ríos que bajan caudalosos,
cuando marché hacia el este, yendo tras las montañas.
Vi los campos sembrados, de verde y amarillo,
en las sierras lejanas, de San Luis, vi el desierto,
y en la precordillera la piedra, el sol, el viento...
Al llegar a Mendoza vi viñedos muy grandes,
los árboles frutales y olivos siempre verdes.
la tierra dio sus fruto, el trabajo hizo lo otro.
Y andando tan segura de encontrar las montañas
llegué hasta el Aconcagua, la mayor y mas bella,
esa que está cubierta por las nieves eternas.
Así crucé la América, la del Sur, la que es mía,
esta, que desde siempre ha sido generosa,
y ha brindado la vida, para aquellos que un día
cambiaron sus paisajes por otros,
Bs.As.28-06-12AluC.G.M.P.Peyrán.-
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