Era la tarde cuando el sol se alejaba.
Era el tiempo cercano a los regresos.
Cuando los juegos terminaban-
Cuando cansados debíamos esperar,
porque el trabajo tiene otro ritmo y papá
aún no había terminado sus tareas.
Era ese tiempo, el de las dulces manzanas
que entre las ramas cuelgan.
Y a mano estaban.
Entonces, era el mirar desde un árbol el cielo
y descubrir el rumbo del sol.
Ver cómo sin prisa se escondía detrás de los
los altos eucaliptos, que en fila lo ocultaban,
Era ese tiempo cuando faltaba poco para que el campo
se oscureciera y todo fuera noche.
Cuando los grillos comenzaban a cantar.
Era el momento de aprender
que para todo hay un tiempo que el tiempo pasa y
que ya era hora de volver a casa.
Ale 21/02-25 Buenos Aires.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario