De mi gata aprendí varias lecciones me enseño a no preocuparme mucho en esta vida,
Me mostro que hay que ser precavido pero no desconfiada y que mucho de lo que vivimos
es mas sencillo de lo que pensamos. Hay que aprender de la sabiduría de los gatos que nos muestran
de lo simple lo valioso.
Todos los días me pide que levante las cortinas para acostarse en una silla junto a ellas
y toma el sol en un ritual casi religioso dentro de lo que le permite la laicidad que tienen los felinos.
Disfruta así del sol ante el rendida, sabiendo que este le regalara salud y buena vida. Es muy lindo
observarla allí acostada despojada de todo hasta el temor, descansando ante el brillo del sol.
De mi gata aprendí, la libertad de ser como yo puedo y que hay que dejar a los otros que así sean.
Es una maestra genial que me acompaña, que cuenta sin hablar a cada rato hablando hasta con la
mirada, su ejemplo me ha hecho ver que se aprende observando. Pero ella no es tonta ni sumisa, a
cada rato a mi me lo demuestra me enseña que debemos vivir en movimiento y nunca permitir que
nos dominen. Ella espera en silencio fingiéndose dormida aunque disimulando pues esta despierta
mirando a su alrededor y escuchando atenta lo que yo le digo, luego de un rato y de "pensarlo" decide
si le place aceptar mi propuesta y si no le conforma o interesa, da vuelta la cabeza se acomoda en su
silla y a otra cosa.
Ale, 18-09-24 Buenos Aires.
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