martes, 15 de junio de 2021

Meglio tardi, che mai.

Me alumbra el sol que entra por la ventana, brilla con todo su esplendor y me da vida.Veo  el verde del jardín que  recibe tranquilo sus cálidos rayos. Mientras escribo mi pequeña gata disfruta, corre, camina y luego se estira junto a mis pies, tendida al sol que como un gran iman nos atrae. Es la vida, es el Dios de los incas, es RA en el antiguo Egipto. Hoy miles de años más tarde seguimos adorándolo, seguimos recibiendo de él la vida, cada día nos da su energía.Hasta hace un tiempo jamás había tomado en cuenta su importancia, mi vida en la ciudad, la rutina diaria, las falsas espejismos que nos presentan y a los cuales adherimos voluntariamente como devotos de las máximas actuales que se nos imparten en los mensajes diarios, me volvían ciega ante la luz del sol. ¿Cuántas miles de cosas me habré perdido de ver? ¿ Por qué cosas que no son para mí importantes  me habré preocupado?¿Cuántas  de mis luchas e ideales no habrán sido míos?. Hoy que estamos en este tiempo incierto, más incierto que de costumbres me lo pregunto. ¿Que me habré perdido de ver o hacer?Bueno pienso, no he dejado de lado mucho de lo que creí que debí hacer aunque más vale tarde que nunca para ver. Si de eso se trata vivir, de ser, de hacer lo que podemos ver, seguro que nos equivocaremos porque ser libre es tener la posibilidad de equivocarnos.Pero al menos hoy se que no dejaré que el sol brille a mi lado sin darme la oportunidad de verlo y sonreír por saber de su presencia.

Ale-15-06-21

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