Las gotas de lluvia
eran las lágrimas que yo no podía derramar.
Sobre las hojas del árbol frente a mi ventana,
pendían y se balanceaban lentamente,
como si no se atrevieran a caer.
Quise llorar pero me quedó adentro,
¿por qué se pasa la vida sin notarlo?
y no nos sale barato vivir...
Quise llorar al recordarte más no pude,
aún tengo una lágrima que te pertenece.
Bs.As. 1984.-
Alu C.G.M.P.Peyrán.-
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