En este sitio he nadado en sus playas
aquí he podido ver el mar
en tu pequeño puerto he admirado asombrada
el amarillo de las barcas que a diario salen
a pescar.
Cuando cierro mis ojos puedo imaginar esas sierras
bajas y rocosas que lindan con el intenso verde
de los fértiles campos que trabajo nos dan.
En mi memoria recuerdo que entonces mis juegos
eran trepar a los manzanos
y un caballo marrón manso era mi compañía
para cabalgar.
Tiempos bellos sin prisas y sin dudas,
bellos días de entonces cuando mi padre
me mostró un tesoro que construimos a diario
y que llamamos “libertad”.
Ale, Mar del Plata, 28-03-18
No hay comentarios.:
Publicar un comentario