Un día me anime a mirar por la ventana, justo cuando el sol salía...
Entonces vi el cielo al comenzar el día y me di permiso para sonreír
así fue como entonces descubrí la alegría.
Deje de lado mis temores trate de hacerlo cada día sin espera nada de la vida.
No busque que los otros comprendieran ni compartieran mis ideas, porque pensé y sabes aún pienso que la "homogeneidad" no serviría.
Si todos pensamos lo mismo ninguno crecería.
Así fue que intente ser más amplia y caí en la cuenta de lo "estrecha"que yo soy.
Más me sirvió el intento para entender algunas cosas que antes no entendía.
Por eso desde ese día trato de ser un poco más humilde, de mirar con más ganas e intentar comprender cada día lo que la vida me presta.
Porque en algún momento ha de llegar el día en que deba devolverlo y evaluar si algo he aprendido, si he podido compartir libremente esta hermosa vida.
Ale, 21-12-16 Buenos Aires.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario