lunes, 18 de abril de 2016

"El cartel del kiosco de la panamericana".


El cartel estaba tallado en madera,colocado sobre la ventana que oficiaba de vidriera y que en su centro tenía una ventanilla más pequeña, para la atención de los clientes como usan tener los kioskos en los barrios populares del gran Buenos Aires. 
Era un pequeño negocio familiar, de un barrio suburbano. Ocupaba la ochava es decir la esquina de la calle Villate en su intersección con la colateral de la autopista Panamericana. 
A los costados en la pared la pintura chillona con colores azul, celeste,rojo con letras negras bordeadas de amarillo resaltaban el nombre del kiosco: "Lo de Susy", al tiempo que promocionaba sus mercaderías, golosinas, sándwiches, bebidas gaseosas. Un pequeño farol que estaba colocado sobre la ventana un poco a la derecha parecía esperar las noches de invierno, oscuras, cerradas, frías.
A media cuadra ( cincuenta metros) estaba la parada del "bondi" ( colectivo, autobús )era un lugar alejado, oculto, el preferido de las parejas de novios de la zona...a una cuadra y media ( ciento cincuenta metros aproximadamente) pasando el túnel de la Panamericana está la escuela de allí venían los principales clientes.
¡Qué visionarios fueron los padres de Susy! 
Hoy parece imposible que hace cuarenta y cinco años fundaran un negocio en ese sitio que era entonces un descampado y lo mejor fue que él mismo prosperara.
Pero claro próspero," ¡cosa e'mandiga!" dirían los envidiosos vagos de la vecindad hoy  con  un poco mas de envidia, porque está claro que ellos no hubieran sido capaces de tanto esfuerzo, sino se tiene el hábito del trabajo difícil es que se obtenga algún buen resultado.
Pero los padres de Susy se esforzaron, como buenos "Tanos" (italianos) que llegaron con "una mano atrás y otra adelante" y su proyecto fue trabajar. 
Todos los días de la semana, estuvieron "al pie del cañón", "llueva o truene" sin detenerse sin bajar los brazos, atendieron el negocio y a los clientes con gran esmero.
El proyecto era simple, cada día un pasito adelante, una sola idea los movilizaba: "laburar" sin detenerse nunca. 
A cada instante una idea nueva: "compremos algo de librería para venderle a la chicos de la escuela y algún juguete no muy caro y las figuritas abrillantadas para las nenas y para los pibes alguna pelota de goma para que jueguen al fútbol en el recreo, que salió un nuevo chocolatín y el lápiz con la figurita de Batman o las tortugas Ninja"y así siempre creciendo, buscando juntar el centavo, luchando para progresar por medio del trabajo. 
Hasta que la hiperinflaciôn de Alfonsin les comió el esfuerzo de años, todos sus ahorros...pero no importa estamos en democracia, hay que seguir confiando hay que comenzar de nuevo, al menos el gobierno cambio con elecciones, esto ya es bastante...
Y luego el "uno a uno" al principio bien, costaba pero no había inflación, claro que luego entraron tantos artículos importados, ya no se fabricaba tanto en Argentina. Surgieron de un día para otro tres Kioskos en la cuadra, no asustaba tanto la competencia pues ya tenían su clientela fiel, lo que asustaba era pensar que los dueños de los nuevos Kioscos provenían de las empresas que se cerraban o se privatizaban, usaban sus indemnizaciones para poner el negocio, no duraron mucho se fundieron, creyeron en "espejitos de colores".
Todo se termina, el gobierno del "turco"por elecciones, el siguiente se fue en helicóptero desde la casa de gobierno, hubo líos, gente manifestándose, algunos muertos, cinco presientes en una semana y todo sucumbió.
Luego vino la devaluación, el default, el corralito" se fue a la m... 
Y se confiscaron los dineros de la gente. 
Todo se fue "al carajo" otra vez, vuelta a empezar siempre es así, recomenzar el camino una y otra vez, 
¡ Vamos que se puede! 
"Nos sacaron la plata, que no nos saquen la salud..."
Otra vez perdimos pero, ¿qué podemos hacer sino seguir andando? 
Si "siempre que llovió paro".
Y otra vez más impuestos, que el IVA aumenta, pero hay que seguir, basta la salud.
Y claro "los viejos" se pusieron grandes, y ahora hay que ponerse al frente del negocio, hay que "poner el hombro",
Más tarde se enfermaron y parecería que buscaron irse juntos, primero "el viejo" rápido de golpe sin aviso, fue el corazón no se cuidaba lo necesario y después mami. Lo siguió enseguida a los tres meses no podía vivir sin el...i
Entonces Susy se consoló pensando, creyendo, convenciéndose que estaban allí arriba juntos felices otra vez como siempre, pero ahora con más tiempo, en fin son ideas que la gente se inventa para poder seguir la vida...
Y es así todo continúa, nadie es imprescindible, ahora hay que comprar más mercadería, abrir el negocio antes y cerrar más temprano, por la inseguridad ¿viste? Hay cada día más " chorros" yo creo que es la droga, necesitan " guita" (plata) para comprarla, el "dealer" está a dos cuadras pero al policía parece no enterarse aunque es "vox populi"...
En fin cada día es más difícil y a cada día le basta su afán. 
Hay que continuar, hoy con mucha alegría, porque ayer "Beto" colgó el cartel sobre la ventana, ese de madera el que Susy hizo hacer en recuerdo a ellos que tanto hicieron. 
Por eso la foto que le saco con el celular. "Gracias a los viejos",  así reza el cartel colocado sobre la ventana del kiosco. De ese negocio que hace tantos años ellos fundaron y que les dio de comer toda la vida. 
Aunque en realidad ellos solo pensaban en Susy su hija para que ella saliera adelante para que hiciera y pudiera más que ellos que llegaron a Argentina sin nada, no sin nada no,  con la esperanza.
Susy hoy recuerda, y piensa que valió la pena pensar que se puede y que solo se crece bien como decía Mario su viejo,  haciendo lo correcto.
Ale,18-0416 Buenos Aires.

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