Y los días son dorados,
El sol continua mas tímido pero sin perder
su afán de brillo
Algunas flores nunca han de atreverse a
abandonar Buenos Aires.
Entonces, como si fuese normal ellas se asoman
aun en otoño a los jardines.
El río sigue siendo un enorme camino de plata
que sueña con el mar...
Es que aquí todo es un sueño que se puede vivir
para luego contarlo.
El cielo esta celeste no lograron las nubes ocultarlo
El se empeña en presentarse tan prolijo aun hoy en otoño.
Todo es un sueño tal vez porque estamos tan lejos que
son los sueños los que nos hacen sonreír.
Pero el verde que aquí parece inmortal se muestra infinito
en la ciudad.
Las plazas están llenas de gente, los niños juegan,
las bicicletas son un ejercito que se desplaza en pelotones
Los árboles marrones dan un toque oscuro al paisaje
que se despierta con incipientes hojas de color amarillo
Nada pierde su brillo nada es discordante es la ciudad en otoño.
Son los colores del Río de la Plata.
Ali,Bs.As.19-04-15
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