Ver llover es algo que les encanta a los gatos.
Les resulta fascinante sentir las gotas de agua pegando en el suelo.
Por el obstinado color gris del cielo, el verde del jardín, resalta aun hoy en otoño.Nuestro pequeño gato abandona sus arriesgados juegos para detenerse a contemplar.Junto a la puerta que da al jardín trasero se aposta y observa sentado sobre el felpudo verde. Solo mira.Una tras otra las gotas caen lentamente y rebotan. Mientras el verde impávido de las hojas las recibe sediento y las pequeñas flores parecen renacer. Sus colores limpios por el agua clara relucen con un brío vital que ayer por el calor estaba oculto. Pasado un rato, el gato "Mutzsi" recibe unas gotitas traviesas que entran en la casa desde el patio. Inmediatamente, como si hubiera sido tocado por el fuego, se aleja asustado, desconcertado. La lluvia de otoño sigue y seguramente seguirá todo el día.Para el gato ha terminado la función, deja la puerta y se acerca a sus juguetes.
Su interés se centra ahora en otro juegos y en grandes pequeños misterios de la vida.
Ali Bs.As.11-04-15
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