sábado, 9 de noviembre de 2013

Cada día.

Cada día escribo aquí sentada junto a esta ventana que da al norte, cada día pero a distintas horas.
A veces más temprano cuando entra el sol por la ventana y se escuchan los cantos de algún pájaro...
Otras veces ya tarde cuando no entra la luz porque es la noche y llegan desde afuera los ruidos de la calle, camiones que pasan por el puente de la autopista fría o el tren, que desde un puente de hierro, va marchando su ritmo...
Yo acostumbrada al ruido debo prestar atención para escucharlo.

Cada día escribo en este sitio, nunca cuento lo mismo, al menos eso creo.
Si lo pienso, me parece imposible poder detenerme a escribir, en esta ciudad que nunca para, donde la gente siempre parece estar viviendo apresurada.

Mientras escribo los otros marchan, viven sus días de amores y alegrías,
de prisas y violencia, de vidas y de muertes que se unen para marcar
historias tan reales que se padecen  sin más en el día a día.

Algunos de ellos hablarán, contando de sus penas,
los otros por cierto han de callar, esperando hallar pronto la paz  por la que hoy desesperan.
Vivirán diciéndose y diciendo: " ya vendrán tiempos de calma..."
y continuarán  luchando, mientras en el vivir se les desgarra el alma.
Pero, aún en esos momentos tremendos de sus vidas, se harán tiempo
para contar su amor a su manera.
Mientras tanto, aquí junto a esta ventana, yo escribo, amo, sueño y  vivo...



Bs.As.09-11-13 Alu C.G.Maveroff P.Peyrán.-

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