miércoles, 12 de octubre de 2011

My little doll...


Estoy en New York,esta ciudad que desde niña conocí, ya que papá trabajaba con su socio en la bolsa.Ese socio Carlos G.M. era su amigo de la universidad, que luego lo estafó y le hizo perder todo el dinero que tenía para su vejez.Pero para mi padre, esto solo fue una prueba más de las tantas que tuvo que pasar en su vida.Primero de niño a los 11 años perdió a su madre Alejandra, quedando con su hermano de 10 solos con su papá. Pero las cosas aún podían ser peores, mi abuelo Ladislao enferma y muere cuando mi padre tenía 16 años.Una tía soltera, Carolina, se hace cargo de los dos sobrinos. A los 18 años papá quiere ingresar a la universidad de Buenos Aires, quiere ser ingeniero como su admirado tío Otto Maveroff quien fuera a estudiar a París.Este tío que ayudaba a sus sobrinos económicamente, cuando papá le comenta su deseo de estudiar, le dice que lo mejor sería que solo trabaje.Pero papá con humildad pero gran tesón (trabajaba y estudiaba), rinde sus primeros exámenes y presenta las notas al tío, quien al ver que fue felicitado por los profesores, le alienta entonces a estudiar.
Cuando su socio le estafa, mi padre siguió dándole al dinero el lugar que debe tener, es solo un instrumento.
Por eso sigue su vida y trabajando rehace sus finanzas y se pone nuevamente de pié luego de ese mal trance.
¿Pero por qué New York me recuerda tanto a papá?,¿será porque de chica,papa se comunicaba con esta ciudad fluidamente?,o ¿porqué veíamos diapositivas de papá aquí?.
Ayer en mi primera salida del hotel visité la estación central,allí me dediqué a observar su belleza arquitectónica de inicios del siglo XX con sus bronces, arañas, pisos, mármoles, columnas y escalinatas.Sus negocios elegantes y la gente que pasa por la estación, turistas, neoyorquinos, hispanos,negros, blancos, chinos, etc. un crisol de razas.Me gusta detenerme en los negocios para observar y educar el gusto.
Estaba yo frente a una juguetería, en realidad no tengo muchos niños a quien regalar juguetes, pero miraba, buscando algo, pues mi ahijado Hugo ha tenido su primera hija hace cuatro meses y quería comprarle algo.
Bien, estaba mirando los juguetes, cuando descubrí sin proponermelo una muñequita que me es muy familiar.Es igual a una que cuando yo era pequeña papá me compró aquí en New York.
Aún hoy a los 57 años tengo esta muñeca,es la única que he guardado.
Está en perfecto estado, al parecer la cuidé mucho, tengo sus vestidos, robe de chambre, sus zapatitos,etc.
Esta muñequita, es para mi hoy, uno de los principales testimonios del gran amor de mi papá hacia mi hermana y hacia mi.
Esto me decidió, no busqué otro juguete para Juliana.
Entré al negocio y le compré con todo mi amor, la muñeca.
Quiero llevársela para juegue.
Pues pienso,que lo mejor es dar amor y dejar que los niños jueguen...

New York,12-10-11AluC.G.M.P.Peyrán.-

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Recuerdos.

Recuerdos, esos que valen esos que quedan en el alma Recuerdos que no son solo eso, porque aunque si observas con detenimiento no están lejo...